“Mojada con la almohada empapada de sudor, la única testigo
del pacto de nuestro amor.
La única que oyó esos susurros y gemidos, mientras
te acariciaba con contactos prohibidos.”
Y ya recordaras, quien te marcó anoche, esa marca en el
cuello te la hice en el coche.
Siento si hice algo sin permiso, pero tu mirada quiso,
subimos al piso y empezamos sin preaviso.
Quieres algo fuerte? Tu mirada
hipnotizaba y el si era evidente.
Vente, siente, besame la frente, déjame llenarte
con mi parte más caliente.
Tengo tanto flow que te flowllaré hasta que
reviente.
Cierro la puerta de golpe y nos desnudamos por el pasillo.
Ritmo
acelerado al puro estilo corre que te pillo….y te pillé, ahora te tengo
amarrada.
Follemos a caladas, cabalguemos sin parada.
“Mojada con la almohada empapada de sudor, la única testigo
del pacto de nuestro amor.
La única que oyó esos susurros y gemidos, mientras
te acariciaba con contactos prohibidos.”
Te observo desde arriba, llegando a la cima, se escucha la
calma, la tormenta y lo que se avecina.
Seda fina!
Me atrapas con tu balada, cómplices miradas,
tenerte como te tengo no lo cambiaría por nada.
Duelo de susurros y gemidos alterados marcan el compás de
pensarte y convertirse en pecado.
Las sábanas se tensan, los ojos ya no piensan el orgasmo y
el clímax son lo que realmente interesan.
“Mojada con la almohada empapada de sudor, la única testigo
del pacto de nuestro amor. La única que oyó esos susurros y gemidos, mientras
te acariciaba con contactos prohibidos.”