miércoles, 9 de julio de 2014

Biografia de lo que fui y soy.

No hablo, lo sé. Y no sé como tengo fuerzas para escribir estos versos.

La nostalgia me llena de recuerdos y los recuerdos de sentimientos. Y la mayoría no son buenos.

Nací fruto de un amor que quiso germinar un verano. Un amor o un desastre.

Quisiera decir que como pez en el agua me desenvolví en mi vida, soy acuario pero me ahogo en mis tormentas.

Crecí querido y me relacioné entre hipocresía y violencia. Como la roca de la costa, fuí abatido por el oleaje.

A los 5 empezaba mi sentencia, convulsiones y parálisis en dósis de alta potencia.

años empezó mi sentencia, convlsiones y parálisis de alta potencia. No guarde rencor, no tenía fuerzas de para aceptar un perdón.

Fuera era tortura, dentro era envidia contra la vida.

No quería que nadie sufriera y opté por ser un payaso, aunque con ello yo no riera.

No sé si el miedo, la inexperiencia o las ganas de que las cosas cambiaran, la inocencia me escondió el valor unos carnavales de 2003.

Los gritos suplicantes, cada golpe contundente...quedarme quieto, no lo volveré a hacer. Lo recuerdo como ayer.

¿Por qué no lo entinedo? ¿Por qué es más importante la codicia que una madre o su hijo?

Me hierve la sangre al recordarlo, al verles y que no pueda pararlo.

Las amenazas me dejaban solo, hasta que se fueron los demonios. No muy lejos, pero se fueron.

Años antes mi luz se marchó al cielo. La extrañaba, la extraño y seguiré haciendolo.

No puedo recordar apenas más. Las lagunas inundan mi mente. ¿Qué más fue de mí? No sé ni quien soy.

Mi mayor afición me hizo borrar 14 años. Y siento que mi vida fue una farsa.

A los 15 confié en una mujer por primera vez, y fue la primera vez que sentí la infidelidad.

Busqué la forma de amar sin recibir dolor a cambio. Busqué tanto que creía imposible encontrar algo bueno.

Los rechazos y la falta de confianza ya empezaban a ser costumbres, los errores eran producto de mis actos. Y si no hacía nada, de poco importaba.

Fracaso tras fracaso, seguía adelante. Era un pequeño insecto en una tienda antiplagas.

No me gusta hablar, solo busco una razón que haga que meredca la pena.

 Entonces después de tanto perder y nada ganar, encontré algo.

Al principio no era distinto, no me atraia. Pero poco a poco me fue quitando mis planes suicidas.

Lo más común y lo más oscuro encajaba como un puzzle. Supe que era algo bueno, demasiado bueno.

Pero debo despertar de nuevo de la realidad. Me llenaba tanto, me dejaba tan satisfecho que no podía ser mío.

Me dí cuenta que no soy un guerrero. Soy un vagabundo hambriento que intenta sobrevivir.

Seré quien llene el bosque sombrío de flores, quien pueda volar en todas direcciones. Seré el colibrí.

Y el alacrán escribirá cien versos con su veneno en mi piel mientras recuerdo a Malahierba. Despues de todo, es lo poco que me queda.


                                    Antes de irse, hay que dejar la huella para cambiar el mundo paso a paso.

martes, 1 de julio de 2014

Sinfonia de un poeta.

Intenté escuchar una y otra vez la misma composición.

Nota por nota lentamente, para entenderla mejor.

Pero no pude. Mi cabeza no pudo.

Se llenó un vacío en mí y dejé de escuchar a pasar a tenerla dentro de mi cabeza.

El tiempo pasaba despacio, y tan rápido a la vez.

Más bien diría que tenía un transcurso rápido pero frágil.

No sé en qué partitura fue. No recuerdo más líneas en mi pentagrama.

Las claves han desaparecido para crear corcheas en mi memoria.

Y cuanto más vacío me siento...vuelve esa melodía.

A sonar más fuerte que nunca.

Y vuelve a suceder todo alrededor tan deprisa, siendo tan frágil como un montículo de arena.

Siento que puedo alcanzar algo, siento que lo alcanzo y...por último sentimiento que se desvanece en el vacío.

Ese vacío ya tan conocido.

Terminando con un fuerte, profundo y largo do menor.